martes, 25 de febrero de 2014

Sinobjeto, Daniel Gómez


Poscolombinos, objetos cotidianos realizados en oro


Sí es poesía, no prosa.

Sí es utopía, no razón.

Sí es inutil. no servil.

Sí es imaginación, no verdad.

Sí es una elección, no suerte.

Sí es fantasía, no realidad.

Sí es pagano, no gentil.

Sí es animal, no divino.

Sí es sujeto, no objeto.


La obra de Daniel Gómez se inscribe en la esfera de la intelectualización de los objetos como producto de reflexiones acerca de las relaciones entre vida humana, cotidianidad, coleccionismo y nociones expectantes de arte, donde el espectador se encuentra invitado a participar desde plataformas de juego, coautoría y descubrimiento. Con cada “Sinobjeto” el autor nos introduce en tergiversaciones epistemológicas construidas con base en transgresiones del diseño mediado por el arte como forma de nueva presentación o construcción de lo natural. El laboratorio de realización escultórico da cuenta del uso de resortes de extracción y dominio en la extrañeza alimentada con fuertes referencias paraliterarias y de poesia visual. Su preocupación también consiste en abordar el espacio expositivo de manera totalizadora, para ello coloca el objeto re-construido sobre escenarios planificados con los cuales aumenta el significado o magnifica una pretendida alusión de axiometría compleja, que, al final, establecen un delicado lenguaje de equilibrio del soporte y la obra. 

Proceso de montaje

el artista en el montaje de su trabajo





escenario expositivo de las piezas realizadas en oro




A la izquierda un botón pintado de oro y a la derecha el botón en oro.  















martes, 18 de febrero de 2014

Daniel Sánchez Arango, instalación "ASSCULTACIÓN "

boceto de la instalación
el artista en el taller "casa inclinada" Pereira








Vivimos en una sociedad letrinocéntrica donde lo terminal surge constantemente en la figura de lo abyecto como un reflejo de separación imposible donde lo estético y el arte articulan un ser mediado por el signo y la imagen.  Mierda: Cuerpo acción , ducto vinculación, estratos de familiaridad graficados por sucesos de pornográfica visibilidad y ocultamientos convenientes.

A pesar de la fuerte connotación residual que produce asco, el manejo de la imagen del excremento por parte del artista tiene que ver con la puesta en marcha de un mecanismo articulado en el juego de oposiciones entre el hacer visible y el ocultar. La instalación recrea de manera ficcional y espectacular los ductos de aguas negras que funcionan en cualquier edificación contemporánea como una identidad alegórica a lo que significa la vida en sociedad y la cultura como lugar de crianza de la raza humana.

Los drenajes evidencian que preferimos estar cerca de nuestra mierda a huir de ella, lo que redunda en limites circulares de compartimiento último, marcados por la urgencia de separación de nuestro primer circulo relacional, lo animal.

El ducto se convierte en la obra de Sánchez es una especie de sicogeografia de dominación y organización reticular como si se tratara de rejillas cartográficas ahora reveladas y presentadas dentro de la institución arte como un resultado producido por el funcionamiento de nociones de arte, estética. La obra instaura un fundamento artístico y plástico por cuanto explora con lo artístico el lugar del enfrentamiento original  a temores ancestrales de rechazo, aprioris determinantes el ser inmerso en su propia complejidad. Lo plástico surge del laboratorio de creación con intención mimética donde se instalan conceptos asociados de juego, engaño, seducción y repulsión bajo el simulacro.

Daniel Sánchez es Maestro en Artes de la Universidad de los Andes y Magister en Artes Visuales de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente vive y trabaja en Pereira –Colombia.

La instalación estará exhibida en el Muro Líquido desde el 27 de marzo al 25 de abril de 2014, lugar espacio de la Maestría en Estética y Creación, Universidad Tecnológica de Pereira-Colombia