martes, 16 de mayo de 2023

"Chamizos de Páramo" Exposición individual de Ilvar Carantón . Del 31 de mayo al 31 de julio de 2023


El fragmento en sus fragmentos (composición-descomposición)

De una manera u otra la vida misma (como el arte mismo), tiende a instalarse e incrustarse en unas “interzonas” de misterio, en donde nunca podemos hacer nada para vivirla de la manera en que ella lo dice, lo indica y lo realiza; es lo que se llama o llamamos destino. Es entonces, el destino como una causalidad, lo que ya está causado en cada uno de nosotros y allí, en medio de ese misterio, no tenemos como decidir lo que es, lo que ha sido y lo que habrá de ser nuestra vida. Quedamos hermosamente sometidos al misterio del destino. Pero lo maravilloso, es que, en esa realidad del destino, el artista, nos ha dado, nos dio su vida, nos la proyecta de una manera extraordinaria. Y aquí la tenemos, y aquí la vivimos, con lo que ella es y continuará siendo en su inimitable transparencia de las relaciones causadas en su revelación y la comunidad de sentido transformador, que ellas contienen desde tú mundo, en el que Ilvar, se transforma, en cada gesto de sus fragmentos. Estamos ante un teatro de los gestos.  Teatro de sus fragmentos.  “El estilo y el grito”, lo llamaría Michel Seuphor.

En el teatro de gestos y fragmentos, busco una transformación constante, permitiéndome explorar las posibilidades expresivas de las tensiones, de los cuerpos y del color, creando y recreando una obra en constante evolución.

Y comenzamos entonces, con una perturbación, en la medida en que nada en la vida es, sino es el comienzo de una perturbación, que uno mismo causa, con su vida, su manera de vivir, su decisión o determinación de vivir a su manera; o una perturbación que se causa sin que uno la haya causado, solo por el hecho mismo de vivir, de vivir entre los otros. Y nada puede contener ni la una ni la otra. Y no tenemos dominio de la una ni de la otra. ¿Entonces cómo vivimos, cómo hemos de vivir? Es ese el misterio irrevocable de la vida. Todos quieren saber de nuestra vida (la vida del artista, yo artista), los que están con uno, lo más queridos; pero uno no sabe desde dónde o en qué se ha vivido, que ha deseado vivir como destino que es, o qué busca ser. Y lo que tiene ante sí mismo, nadie puede saberlo, y uno lo trata de exhibir o mostrar, pero no puede, no tiene como hacerlo, aunque así lo quiera decir a sí mismo y a los otros. La vida es entonces, una perturbación indecible, que se dice allí donde uno todavía no es. Esa es tú vida, en la mía, en la de todos nosotros, en la que Ilvar, como artista que ha decidido por su necesidad de darse un destino como artista, realiza en su dimensión de inmersión en su fragmento, en sus fragmentos. Y eso hace que cada cuadro sea un fragmento de una búsqueda de la totalidad de la naturaleza, de su naturaleza. Mística de la obsesión. Contracción del sentido que, en la forma del cuadro, contrae la naturaleza del sí mismo como artista y su naturaleza o la naturaleza (Iconoclasta). Tela vacía, la llamaría Kandinsky.

La obsesión mística puede llevarme a una contracción del sentido, enfocado en detalles específicos puedo crear una sensación de intensidad y profundidad. Me ayuda a explorar y descubrir nuevas formas de expresión y a descubrir nuevas posibilidades creativas y expandir mi visión artística y revelar mis aspectos más profundos generando una conexión emocional.

En medio de una nueva turbulencia, nos movemos, intentamos avanzar, queremos indicarnos otra manera de vivir, lo tenemos que hacer o no, es como el carácter más decisivo y evidente de lo incierto, dado por otros quizá, o dado por uno mismo. Y cuando es dado por uno mismo, se vive pues en la causa, lo que uno ha causado. Pero cuando es desde o con los otros, los que lo causan, entonces es más irresoluble o puede serlo. Uno resuelve en uno mismo, aquello que ha decidido ser, vivir, exaltar, provocar, delirar o medir en su exceso, no toda la vida se puede llevar así, o sea, todo se mantiene en la hermosa proporción de lo inestable en relación indisoluble, entonces, con lo estable, al mantener iniciado cada cuadro fragmento, porque lo que hace Ilvar, es mantener iniciado cada cuadro, hasta cuando su vida no sea más su vida, o sea, hará “lo mismo”, en todo momento, como resultado de una tensión e intención, que muere en cada cuadro, para hacerse en otro, para llamar a otro, como su continuum sin poder serlo.   

En el arte, el eterno retorno se refiere a la idea de que una obra puede tener una presencia duradera y puede ser revisitada una y otra vez a lo largo del tiempo y puede ser reinterpretado y experimentado de formas diferentes. A medida que la sociedad cambia y evoluciona, las obras que hago adquieren nuevos significados y resonancias.

Vida y arte inalienables (Anarquía y alienación. Herbert Read) las que gravitan en esos movimientos, y la de él es (momentum) así, ha sido así (hybris) será así (determinación), y lo es para todos nosotros, los que le observamos moverse de esa manera, tender hacia la posesión de esos movimientos del yo fragmentado. Siente esa condición para hacérnoslas sentir a nosotros, que también estamos fragmentados o somos fragmentos. Y por lo que estos cuadros fragmentados son también relatos, que así le relatan o que lo relatan en su condensada forma y naturaleza. Irritación estética, la llamaremos, nosotros, de una necesidad de construir una contranaturaleza vacía de sentido o mediando con y hacia otro sentido, que Ilvar Carantón ha llamado: Contrastes.

Todo lo que hacemos como seres humanos es, en cierto sentido, una contranaturaleza. Al hacer uso de la tecnología y manipular nuestro entorno, alteramos el mundo natural y nos alejamos de nuestra condición de seres naturales, por eso la existencia humana es absurda y sin sentido, ya que no hay un propósito inherente en la vida.

Oscar Jairo González Hernández – Ilvar Josué Carantón Sánchez

Medellín al 7 de mayo 2023.

 




Obras





Chingaza III
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022







Cuchillas de Siecha
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022










Páramo de Pisba
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022












Laguna de Buitrago
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022







Páramo de Pisba
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022










Páramo el Verjón
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022









Páramo de Bijagual
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022








Chingaza I
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022










Sendero Suasie
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022










Páramo de Santurbán
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022










El sendero de Güicán
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022









Iguaque/Merchán
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022










Páramo de Sumapaz
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022








Sierra nevada del Cocuy
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022









Páramo de Belmira
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022









Páramo Guerrero
Acrílico sobre papel
70 x 50 cms
2022
















Ilvar Josué Carantón Sánchez nace en Chiquinquirá, Boyacá, en el 1965, y se convierte en maestro en Bellas Artes especializado en Pintura, en la Universidad Nacional de Colombia, luego se especializa en gestión cultural, para ver si podía aprender a vender un cuadro o una obra, como no lo logró decide convertirse en Magíster en Historia del arte y tampoco lo logró en la Universidad de Antioquia, así que se dedicó a la educación y por eso comenzó el doctorando en Educación, en la Universidad de Salamanca y tampoco lo ha terminado, entonces para sobrevivir se ha convertido en docente, investigador, pintor, fotógrafo, lector y de vez en cuando escribir cuentos, actualmente está radicado en el Valle de Aburrá y es el Decano de la Facultad de Prácticas Visuales y Multimediales del Tecnológico de Artes Débora Arango.



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Seminario permanente de profesores de Humanidades U.T.P

Charla  "Débora Arango y la política"











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