jueves, 24 de abril de 2014

apertura "fragmentos" de Alejandro Múnera

Muro Líquido, proyecto de investigación-creación del grupo L´h, semillero Deci-depu, Universidad Tecnológica de Pereira.





























domingo, 13 de abril de 2014

Alejandro Múnera, pintura de fragmentación





La pintura fragmentaria de Múnera reconstruye una noción de paisaje con cargas psicogeográficas que intentan graficar situaciones de miedo y sospecha de la ciudad como entorno de conflicto y hábitat de creación.

Escenario expositivo, Muro Líquido, Biblioteca Jorge Roa, Universidad Tecnológica de Pereira. Apertura miércoles 23 de abril de 2014, hora 6.pm.
La exposición estará abierta por espacio de un mes.

viernes, 11 de abril de 2014

la voz de la ignorancia disfrazada con bata seudo revolucionaria a cuadritos




Comparto un documento que ya es público el cual fue enviado por la profesora Jubilada Betty Gutierrez a la cúpula administrativa de la Universidad Tecnológica de Pereira, con el ánimo de abrir un debate que cuestione la calidad de los argumentos a la hora de reflexionar las nociones de arte. También sirve el documento para señalar de manera vehemente que el acoso laboral contra los productos, proyectos y trabajo del profesor Oscar Salamanca continua apoyado por personas comprometidas con la gestión académico administrativa y el silencio cómplice.



Pereira, 11 de abril de 2014


Ingeniero
Luis Enrique Arango Jiménez
Universidad Tecnológica de Pereira
Rector


Atento saludo.


Voy a referirme a la Maestría en Estética y Creación.

Valor por semestre: 6.5 salarios mínimos, $ 4.004.000, para un total de $16.016.000, para aprender a encapsular un bollo.

Anexo fotografías de la instalación “ASSCULTACIÓN”; los invito respetuosamente para que juzguen dicha “obra”, basura posmoderna, expuesta en el aula H-514, de la Maestría en Estética y Creación, y sean ustedes quienes precisen si en verdad se cumple en este caso con la Acreditación de Alta Calidad.

“Sabemos lo que pasa y eso es lo que pasa”, Ortega y Gasset.

Y lo más lamentable es que no solo se pinta con excrementos, o se encapsulan, sino que también se ingieren. Ver http://vimeo.com/32395570

Es la nueva mímesis propiciada por las diásporas, los egresados de artes, marcados de doctores, sin importarles que su deber ético es formar desde el humanismo, para contribuir a la reconstrucción de la sociedad.

No podemos convertir en letrina el corazón, el cerebro y el espíritu de nuestros estudiantes; ellos merecen respeto tanto como los profesores y el personal que labora no solo en esta unidad académica, sino en el resto de la universidad.

 Todo sucede bajo un silencio cómplice, donde muchos callan quizá por temor; existe para algunos de mis compañeros de la Escuela, los que no comulgan con el facilismo, la idiotez, la amnesia y los actos patológicos, una agresión desde eventos que rayan en el maquiavélico olor de lo más podrido.

Esto me confirma lo que expone Edgar Morin “La educación hiperespecializada reemplaza la antigua ignorancia por una ceguera nueva, que se mantiene gracias a la ilusión de que la racionalidad determina el desarrollo”.

Espero que esta “Semana Santa” los lleve a una verdadera reflexión en torno a la necesidad de un arte que ayude al bienestar del ser humano, para no CALLAR NI OTORGAR.


Con dignidad,

Betty Gutiérrez Flórez
Docente Escuela de Artes Visuales
Ex-Decana Facultad de Bellas Artes y Humanidades

cc.        Vicerrector Académico
            Vicerrector de Investigaciones
            Vicerrector Administrativo
            Secretario General
            Decano Facultad de Bellas Artes y Humanidades
            Director Escuela de Artes Visuales

CARTA DE JORGE PEÑUELA, publicada en Liberatorio.org

http://www.liberatorio.org/index.php?option=com_content&view=article&id=438:oscar-salamanca-eat-shit&catid=2:artistas-general&Itemid=39


OSCAR SALAMANCA: EAT SHIT

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En Colombia, lo que pasa es que no pasa: Ortega y Gasset.
Betty Gutiérrez Flórez cita al filósofo español en la carta  dirigida al rector de la Universidad Tecnológica de Pereira, en la cual se denuncia al Maestro Oscar Salamanca como un artista indigno de la majestad de la vocación pedagógica. En lugar de abrir un debate crítico serio en su propio campo, pues la propuesta lo amerita,  la autora de la carta "denuncia" al maestro Oscar Salamanca ante la máxima instancia administrativa de la Universidad. La maestra denunciante funge como  informante "digna".  Bajo esta cortina de incuria profesional, oculta a su superior que carece de recursos críticos para hacer frente a lo que se les fue encima en la Tecnológica: ¿sus propias heces? Hasta la mierda hay que verla en contexto. De hecho tiene su propio contexto: el más cercano es el culo.  
 
En momentos de crisis como sucede en la actualidad, más que nunca nos urge la crítica, pero hacerlo exige finesa conceptual. No se entiende cómo la señora Gutiérrez pudo ser Decana de Humanidades en la Tecnológica. Eat Shit, la acción de Salamanca, evidencia que todo el humanismo del que hablan los administradores de mercancías lustrosas, es pura mierda. Esta carta miedosa del poder del cuerpo y de la mierda en que nos disolvemos, sólo busca una censura burda. Gutiérrez no da elementos que ayuden a esclarecer por qué el gesto de Salamanca no puede pasar en la Tecnológica de Pereira. ¿Qué dicen los flamantes doctores y doctoras en estética de la Tecnológica?  La propuesta atrevida de  Oscar Salamanca pone a prueba a los doctores del campo y de su propia Universidad. El saber de las  doctorías debe mostrar su eficacia en estos casos álgidos. Pero al parecer, los doctores tienen la cabeza oculta bajo la arena del desierto crítico colombiano. Si este saber doctoral no es capaz de dar cuenta del gesto de Salamanca, si sólo cabe la censura o la sanción administrativa, algo anda mal, y es probable que no sea el artista en cuestión. Es deseable que los títulos de doctorados en crítica y estética, sirvan para algo más que subir los salarios de los profesores.
 
La nadería discursiva y moral  de la señora Gutiérrez que juega los juegos diabólicos  de Ordoñez, no merece mayor atención académica, pero con seguridad tendrá sus efectos administrativos. De nada servirá decirle  al rector de la Tecnológica que  la noción de posmodernidad a la cual alude la señora Gutiérrez, está contaminada de una jerga empírica que todo lo que sabe de la posmodernidad lo sabe de oídas. Entre otras cosas, se tiene ser muy torpe para llamar posmoderno el gesto de Salamanca.  ¿Por qué alguna gente que dicen llamarse maestros de arte, insisten en hablar de aquello que se resiste a ser puesto en palabras?  La denuncia  contra el maestro Salamanca es torpe, mucho más si viene del propio campo. La  inseguridad conceptual que despliega la autora de la denuncia muestra  su precaria formación profesional,  lo cual también debe denunciarse ante el rector, pero, principalmente, ante los estudiantes de la Facultad. Gutiérrez pide auxilio a Edgar Morin, pero al igual que el gesto de Salamanca, tampoco lo entiende, ni se esfuerza por esclarecer aquello que el filósfo nos indica. Cita para adornarse, para darle peso carnal a una cháchara que no merece tenerlo.  
 
¡Claro!  ¡Qué haya crítica! ¡Ni más faltaba! Pero que quienes se atreven a juzgar el trabajo artístico muestren su solvencia conceptual y no sus prejuicios morales. Estamos fatigados con tanta empiricidad crítica. El campo del arte merece respeto, tiene una historia amplía y un conjunto de ejercicios teóricos y críticos realizados a lo largo de muchos siglos, mucho antes de que hubiera ciencia moderna. Esta experiencia del campo debe tenerse en cuenta, antes de reportar una propuesta artística ante el juicio técnico de una autoridad administrativa.