Texto de la exposición Feo-Violento- Salvaje
La fealdad mantiene su propia tradición, la cual se origina
en la oscuridad de una caverna, de una gruta compuesta por las cosas más
temibles y abominables. En la pintura la fealdad se ha instalado de manera
natural sobretodo por impulsos de índole moderna, si tenemos en cuenta la
exposición de la negatividad como factor de crecimiento, de proyección, con
carácter, incluso positivista. De hecho, la fealdad ocupa nuestra perspectiva
de la belleza contemporánea cuando se ofrece como un refugio estético desde
donde mirar la construcción de la imagen en crisis por agotamientos de
representación o decadencia social cultural. La pintura de Ospina surge de la
vanguardia de lo crudo y lo cínico porque como vanguardia carga el
portaestandarte de lo desagradable, lo sórdido y lo precario como un signo
vitalista de crítica alimentada por juegos de seducción visceral, donde cada
escena corresponde a programas de humor, cuerpo y visualidades complejas para
el desarrollo de la irreverencia como sinónimo de orden cáustico y disidente.
PhD Oscar Salamanca
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