Es bien sabido que la modernidad consiste en un proceso de
decepción por los ideales heredados, donde por lo general la historia como
forma de pensamiento político y antropológico se revalida a sí misma.
En ese orden de ideas, el arte como un programa subsecuente
y alineado en figuras estables de construcción sucesivas, va dejando paso al
juego de la incertidumbre, tanto, que la sensación es que ya no tenemos una
historia del arte, ciencia teleológica de un pensamiento por lo bello
traumático, sino que en su lugar aparece un estar por fuera del tener herencia
o estar por fuera de la herencia con otras muy diferentes categorías de
belleza.
El arte de hoy consiste en admitir que nos encontramos en
una permanente ambivalencia resultado de un experimento donde lo que puede
venir tiene forma de monstruo o fin de las cosas. Ese monstruo no es más que la
perplejidad, quedar asombrados ante un estado de shock. Por ello muchas
formulaciones artísticas se resisten a lo contemporáneo, pues simplemente temen
a la inconmensurabilidad de no saber con exactitud lo que deviene tras el
momento de cambio.
Otras obras se inscriben en lo contemporáneo convertido en
formula de usurpación gracias a la teoría crítica estética del siglo pasado
centrada en la idea de lo carnavalesco. Tenemos como resultado un arte
contemporáneo que expolia y usurpa basado en un corte de tajo, una nueva
máquina del médico Joseph Ignace Guillotin dispuesta a separar cabezas de
troncos con lo permanente.
De ese modo no queda nada, muy por el contrario, casi todo
se encuentra en dirección de cambio, de innovación constante según el mediocre
tecnócrata universitario porque intuimos que nuestro suelo conceptual, el cual
solemos revisitar con la creatividad habla de nuevos comienzos preocupados por
la desheredación y la reheredación. Fijémonos cómo el arte de hoy hereda
condicionamientos simbólicos que ahora llamamos socialización con los cuales se
identifica la pertenencia cultural y hasta una neurosis nervioso capital: Por
ello es preferible la entropía a instrumentalizar el arte a partir de las
ciencias sociales.
La obra de Mauricio Suarez Giraldo responde a lo ambivalente
del arte de hoy, pues sus formas y cargas sensibles se pueden interpretar de
dos maneras diferentes. Por un lado, consiste en una especie de herencia de
situaciones en medio de espacialidades oníricas en extremo narrativas y por
otro lado expone intenciones espaciales.
Veamos de qué manera lo onírico en sus dibujos-pinturas
tiene que ver con explorar la condición del ser humano como el animal al que
hay que explicarle la situación, porque en sus construcciones visuales remite a
la ruina como un mundo convertido en estado de oscuridad y de allí, la
narratividad del exilio y la expulsión. Martín Heidegger decía que hay que
salir del bosque hacia el claro, quizá la explicación de la situación de hoy
sea otra, habituar la habitación oscura del bosque sin otra pretensión de
aceptar que somo dioses de prótesis, parafraseando a Sigmund Freud, dependientes
de compensación de debilidades en el receptáculo de la cultura.
Ahora bien, el problema de la obra también toca el espacio
porque el espacio se convierte en una materia ontológica viva en constante
interacción con otros elementos. El espacio tal cual lo utiliza Suarez en sus
trabajos tiene dos vertientes, a saber, el mental y el físico, esto si
aplicamos las teorías de Henri Lefebvre cuando dice que el espacio en su totalidad
mental, físico y social se aprende trágicamente.
Es mental el abordaje del espacio en Suarez cuando carga
desde intenciones seudo-literarias el juego de atmósferas, simbiosis e
intersecciones entre figuraciones y abstracciones, esto es lo que los pintores
llamamos espacios de confluencias definidos principalmente por tensiones geométricas-matemáticas
filosóficas. En dichos espacios de confluencia mental, por lo general aparecen
las herencias espaciales de la perspectiva euclidiana, puestas en práctica a
partir del siglo XVI hasta el siglo XIX, a partir de un lenguaje codificado de
relación entre lo exterior y lo interior. En otras palabras, pensamiento
racional clásico y evocaciones.
Es físico el espacio en el trabajo de Suarez cuando lo
define como un lugar práctico-sensible de percepción de la naturaleza, si
entendemos por naturaleza un vacío colmado, un recipiente para diversas
materias. La mencionada intención del espacio físico como un contenedor de
diversa índole fáctica y espiritual se indaga como resultado fenomenológico que
va nutriendo cada una de las capas pictóricas. Por ello la perdida de borde y
compartimiento entre escenas, recolecciones de imágenes y alusiones de datos
sensibles, ya que nos encontramos ante una pictoricidad fuertemente emocional,
que muchos podrían inscribir en lo simbólico, pero que también representa una estrategia plástica del ser arrojado y encapsulado por novelescas situaciones del cotidiano.
Con todo, la propuesta plástica de Suarez plantea un
continuo del lenguaje en negativo, porque presenta la ruina como ese nuevo
contenedor naturaleza colmado en la presencia del no y la expulsión, lo cual no
le hace falta razón, pues los seres humanos en relación con ana-arquitecturas y
otras naturalezas, terminan por certificar que nuestra especie ha sido exiliada
casi desde el mismo origen a partir de la noción del cambio constante, es decir
expulsados hacia lo incierto.
PhD Oscar Salamanca
Curador
Mauricio Suárez Giraldo
(1984,
Pereira, Risaralda), Egresado de la Licenciatura en Artes Visuales, Universidad Tecnológica de Pereira donde ha
participado en semilleros de investigación: 700Repart y
Regionarte. Además, hace parte del colectivo El Garaje, ganador de las becas para espacios
independientes, Ministerio de Cultura de Colombia (2015). Sus últimas exposiciones
individuales destacan “ Los monumentos
también mueren” Fundación universitaria del área andina (2018), "Museo
Imaginario" Galeria Maga (2017),
'Diario e Imagen', UTP (2013),
''Accesos Carnales” Sala de exposiciones Carlos Drews (2006). Ganador de las
pasantías nacionales Ministerio de Cultura - Universidad Nacional de Colombia
(2017) y la Beca para espacios
independientes, (2015), Beca de Creación, Proyecto Tésis, Museo de
Arte Contemporáneo de Bogotá (2014). Ha participado de exposiciones
internacionales tales como: Catálogo de artistas MUVIPA 2016" Museo de
Pachuca, “Encuentro de Grabadores Colombianos”, Casa de Cultura Matilde Zuñiga.
Zinacantepec. Estado de México (2014) y “La vida desatenta”, Sala de
exposiciones Mateo Inurria. Córdoba - España (2010). Actualmente vive y trabaja
en Pereira.
Website:
https://edermsg.wixsite.com/visualartist
MauricioSuárezGiraldo
// Visual Artist //edermsg@gmail.com
// Pereira-Colombia