Adolfo Cifuentes y Viviane Sousa y alumnos de fotografía de la Universidad Federal de Minas Gerais.
Título: La Enseñanza del Arte en la Era de su Reproductibilidad Técnica.
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Ana María Lagos
Título: Prototipo paramétrico para producción en serie
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Andrés Vicuña
título: a la orden
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Henry Buitrago
título: conTextos
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Orus González
título: arte o risa
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Orus González
título: artista profesional
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Juan Chica
título: negación impuesta
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Juan Chica
título: no soy artista, soy licenciado
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Juana Valencia en colaboración con Carlos Henao
título: PER-FORMA PERFECTA-2
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Meliza López
título: a imagen y semejanza
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Miguel Ángel Gelvez
título: decano y director
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Milena Gutiérrez
título: sin título
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Viviana Franco
título: no soy solo un pensum
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Oscar Salamanca
título: rata
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Jorge Peñuela, fotografía Ricardo Muñoz
título: Conjuro de tormentas
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Daniel Zapata
título: licenciado en artes 50% off
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Daniel Márquez
título: relamido
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Daniel Márquez
título: pintor de academia
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Salsita
título: El combate del decenio
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Colaboran con el presente número:
Adolfo Cifuentes, Viviana Sousa, alumnos
Universidad Federal de Minas Gerais, Ana María Lagos, Andrés Vicuña, Henry
Buitrago, Orus González, Juan Chica, Juana Valencia, Carlos Henao, Meliza
López, Miguel Ángel Gelvez, Milena Gutiérrez, Viviana Franco, Oscar Salamanca,
Jorge Peñuela, Ricardo Muñoz, Daniel Zapata, Daniel Márquez.
Desde la experiencia que arroja el
fotoperformance como una efectiva máquina de producción de objetos encontrados
dados en el tiempo-lugar específico, se instaura un laboratorio de reflexión
crítica a partir de la imagen comprometida con contextos y maneras de advertir
la corporalidad como centro neurálgico de constatación en situación. La
representación de identidades se ve sometida por tenciones conceptuales
complejas reflejo de estados de señalamiento, pero también destituciones y
nuevos compromisos, incluso de índole política.
La academia como escenario de discusión y
cuestionamiento permanente cobra protagonismo como centro temático de creación
plástica, ya que ella, la academia, comporta en su seno la idea de proyecto ,
pero al mismo tiempo nicho de tradiciones desafortunadas, las cuales el arte
visibiliza con crudeza y destajo.
Fuimos arrojados al mundo simbólico del
mundo al cuidado de la madrasta de la cultura, espacio de alejamiento de lo
salvaje y lugar seguro de crianza desde donde lanzamos desesperadas piedras
capaces de atravesar temporalidades y generaciones. El Magazín Disangelio 9
representa una piedra más en el universo estallado y pétreo de nuestra pobre
constelación de autoafirmaciones mezquinas bajo la hipocresía de una academia
ajena al conocimiento que se ufana y vanagloria de ridículos sistemas de acreditación:
índices por todas partes para crecer en encuestas numéricas sin importar la
calidad de los contenidos, fundamentalismos que se convierten en patologías de
persecución contra estudiantes y profesores auspiciados o permitidos por
directivos, baja calidad de los programas (especialmente de posgrado) y
profesores cuyo estímulo en los procesos raya en lo artesanal e inocuo, títulos
sin sapiencia, trampas de la investigación sin sentido pero sí como negocio de
mafias de profesores, falta de equiparación de la creación artística como
investigación, preponderancia de componentes pedagógicos a expensas de la
mediocridad en competencias disciplinares, clientelismos, politización de
procesos, falta de gobernabilidad de directores y decanos, pero sobre todo lo negativo, el manejo de la
academia desde nociones de privatización gobernada por funcionarios que poco a
poco lograron arrebatar el espíritu y manejo de la academia a los mentores
naturales y originales: los académicos.
¡No queremos una universidad cercada!