La fuerza iconográfica del rasgo gráfico en
la figura de lo infantil con carga de humor, se devela en una obra a caballo
entre arte, grafitti, y caricatura con el sentido, no sólo enunciativo de una
realidad latinoamericana, sino denunciativo en la perversidad de un
acontecimiento reiterativo y constante.
Es así que la nube dictador “emputada” del
Muro Líquido se presenta como alternativa contingente y de difusión con característica
salvífica y sonora en medio del juego de forma, recorrido y transfiguración.